Este arte antiguo podría representar a personas del paleolítico que amputaron sus propios dedos

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Este arte antiguo podría representar a personas del paleolítico que amputaron sus propios dedos
Pinturas de la Grotte de Gargas en Francia. Crédito: Yoan Rumeau / Wikimedia Commons

El arte antiguo de las cuevas nos muestra muchas cosas, desde las capacidades artísticas de los neandertales hasta cómo los humanos antiguos usaban las estrellas. Pero un nuevo estudio encuentra una historia mucho más espantosa en las pinturas rupestres, a saber, aquellas que representan manos mutiladas.

Al publicar sus hallazgos en el Journal of Paleolithic Archaeology, los investigadores investigaron por qué muchas de las pinturas a mano de la era del Paleolítico Superior parecen carecer de dedos. Y su conclusión es bastante sombría. Los investigadores piensan que las personas pueden haberse cortado los dedos.

Varias pinturas rupestres representan manos en que faltan un dedo o dos. La Grotte de Gargas en Francia contiene 231 imágenes a mano, 114 de las cuales no tienen cinco dedos. Mientras tanto, Cosquer Cave, también en Francia, representa 49 manos, 28 sin dedos. Se ha descubierto un número menor de imágenes similares en otros tres sitios en Francia, mientras que se han encontrado más en España.

Por qué faltan los dedos siempre ha sido un misterio. ¿Fueron simplemente plegados? ¿Los artistas sufrieron congelación? ¿Representan lenguaje de señas?

Las pinturas en el Grotte de Gargas parecen haber sido creadas por manos que fueron empujadas contra la pared, lo que sugiere que los dedos no estaban simplemente doblados. Mientras tanto, los investigadores sostienen que si la culpa era la congelación, ¿por qué las pinturas sin dedos no están más extendidas?

El equipo examinó varios documentos etnográficos, diarios de viajes y archivos de expediciones y, para su sorpresa, descubrió que 121 grupos en todos los continentes se habían retirado los dedos en el pasado. Algunos todavía lo hacen, pero la práctica está desapareciendo.

Crédito: Jean Clottes/McCauley et al./Journal of Paleolithic Archaeology

«Me sorprendió bastante», dijo el coautor del estudio, Mark Collard, a New Scientist. «Parece una práctica tan debilitante que no podía imaginarme inscribirme para hacerlo yo mismo. Todavía no puedo. Sin embargo, seguimos encontrando grupo tras grupo que lo hizo».

El equipo encontró varias razones por las cuales las personas podrían cortarse los dedos voluntariamente. Podrían estar pidiendo ayuda a una deidad, expresando un dolor extremo, intentando curar una dolencia, o comunicando la identidad de grupo o el estado civil.

Algunas mujeres solían tragar partes de sus propios dedos para intentar quedar embarazadas e incluso se tragaban las puntas de los dedos de sus bebés para darle buena suerte.

Las mujeres que pertenecían a los khoikhoi del sur de África quitarían un dedo antes del matrimonio. Si quedaran viudos y quisieran casarse nuevamente, se cortarían otro dedo para liberar el espíritu de su primer marido. Las mujeres de la tribu Dani en Indonesia se quitan partes de los dedos para expresar el dolor mientras se lamentan, aunque esto ya ha sido prohibido por el gobierno.

Los investigadores señalan que las pinturas rupestres fueron creadas por hombres, mujeres y niños, por lo que el matrimonio no es la mejor explicación. El duelo y el sacrificio fueron los ejemplos más comunes, y por lo tanto, los más probables.

Muchos creen que las pinturas rupestres son los «restos de rituales religiosos», por lo que el equipo cree que el sacrificio es la mejor opción. Ellos argumentan que estos «rituales disfóricos» pueden incluso haber causado que los grupos se vuelvan muy cooperativos, al tiempo que son hostiles a los forasteros, ya que las personas tienden a unirse fuertemente a través de un trauma compartido. La oscuridad de las cuevas junto con las pinturas siniestras se han sumado a esta disforia.

Los investigadores señalan que su explicación es simplemente una hipótesis y podría demostrarse que está equivocada, pero no obstante, es interesante pensar que para muchas culturas de todo el mundo, cortarte los dedos alguna vez fue parte de la vida.