Este mapa colorido e intrincadamente detallado de 1587 mide más de nueve pies por nueve pies cuando está completamente ensamblado. Durante los últimos 430 años, sus 60 hojas individuales se unieron como un atlas, pero ahora finalmente se han reunido, digitalmente, para revelar una imagen completa del mundo tal como se entendía en ese momento.
Según reporta National Geographic, el coleccionista David Rumsey y su sobrino, del Centro de Mapas de la Biblioteca de Standford (donde el mapa original está guardado), se tomaron el arduo trabajo de escanear y unir digitalmente todas las piezas para revelar un enorme planisferio de 2.75 x 2.75 m repleto de coloridas ilustraciones de continentes —con las imprecisiones geográficas de la época—, océanos e incluso criaturas míticas.
El enorme mapa además contiene información manuscrita del clima, la duración del día y las distancias. Sin embargo, una de las cosas más notables es que el cartógrafo muestra el mundo como si alguien lo mirara directamente desde el Polo Norte, es decir, con una perspectiva «norpolocentrista».
«Al hacer esto, Monte quiso mostrar el planeta entero tan cerca de la esfera tridimensional como fuera posible desde una superficie bidimensional», explica el sitio web de David Rumsey. «Su proyección hace eso, a pesar de las distorsiones y vastas especulaciones plasmadas en el lado opuesto, la Antártida y el Polo Sur, que también existen en los mapas sucesores que hicieron de la proyección de Mercator un estándar».
«Mientras que la proyección de Mercator fue la más común en los años posteriores debido a su habilidad para medir distancias de forma precisa y su orientación, la proyección polar de Monte le otorgó una mejor percepción de las relaciones entre los continentes y los océanos», añade.
Los expertos concluyen que este ancestral mapa sirve como una importante fuente primaria que nos permite echar un vistazo a las ideas y concepciones de aquellos tiempos.