Los arqueólogos responsables del hallazgo consideran que estos objetos pertenecían a personas que desempeñaban roles especiales en la sociedad.
En la región rusa de Novosibirsk, en Siberia, un grupo de arqueólogos ha descubierto inusuales objetos en dos tumbas que datan de la Edad de Bronce.
Las sepulturas fueron descubiertas a finales del año pasado en un sitio arqueológico conocido como Ust-Tartas por investigadores del Instituto de Arqueología y Etnografía de Novosibirsk. Las tumbas datan de hace unos 5.000 años, y en una de ellas los especialistas encontraron el esqueleto de un hombre con una especie de collar, capucha o armadura hecha con decenas de picos y cráneos de aves.
Los huesos de los animales estaban dispuestos en la parte posterior del cráneo, alrededor del cuello «como si fuera un collar», dijo la investigadora Lilia Kobeleva.
Otra versión es que los picos y cráneos de aves eran parte de un traje ritual. Si bien la especie de las aves aún no ha sido identificada, se cree que se trataba de garzas o grullas. Pero los arqueólogos todavía desconocen la forma en que los huesos de los animales se unieron entre sí o a la prenda, ya que no presentan ningún agujero perforado para poder conectarlos con alguna especie de hilo.
El «hombre pájaro», como lo ha descrito la prensa local, no fue el único descubrimiento, pues cerca también se encontró otra tumba de dos niveles. En la parte superior descansaban los restos de dos niños, mientras que en la inferior se encontraba el esqueleto de un hombre adulto junto con varios objetos.
El más llamativo era una especie de «gafas» compuestas por dos hemisferios de bronce con orificios y un puente de bronce. Los demás artefactos eran piedras pulidas en forma de media luna, posiblemente utilizadas en rituales.
«Ambos hombres seguramente desempeñaron papeles especiales en la sociedad», comentó Kobeleva, quien supone que en vida habrían sido «una especie de sacerdotes».