Un equipo de arqueólogos ha descubierto en el suroeste de Rusia varias ánforas que contenían los restos de cadáveres de niños. Las ánforas fueron encontradas durante unas excavaciones en la antigua ciudad de Tanais, en la región de Rostov, cerca de la costa del mar de Azov.
Según ha relatado a la agencia TASS el profesor asociado del Departamento de Arqueología e Historia del Mundo Antiguo de la Universidad Federal del Sur, Serguéi Iliáshenko, los investigadores han encontrado 17 tumbas que datan de los siglos I y III de nuestra era. Los científicos afirman que en esa época era bastante común el uso de ánforas con funciones funerarias.
Durante las excavaciones se ha descubierto también un antiguo manantial de agua de siete metros de profundidad. Los científicos están tratando de establecer por qué se secó y quieren determinar si el agua dejó de brotar por razones naturales o si la fuente fue obstruida por el hombre.
Tanais es una antigua ciudad situada en la desembocadura del río Don. En los primeros siglos de nuestra era este territorio estuvo habitado por sármatas, meotianos y griegos. La ciudad formaba parte del reino del Bósforo y estuvo poblada durante casi 800 años.