En 1838, el lujoso barco de vapor Pulaski se hundió frente a la costa de Carolina del Norte mientras navegaba de Charleston a Baltimore, llevándose la mitad de las 200 almas a bordo hasta el fondo del Atlántico.
Debido a la naturaleza misma de la nave, los que estaban a bordo eran algunas de las personas más ricas e influyentes de América, incluidos congresistas, banqueros y hombres de negocios, y cuando se hundió, gran parte de su riqueza se hundió con ella.
En enero de este año, buceadores de Blue Water Ventures International y Endurance Exploration Group descubrieron lo que creían que era el naufragio del Pulaski a unos 64 kilómetros de la costa de Carolina del Norte, y muchos de los hallazgos emocionantes, incluyendo monedas de oro y plata, platería y joyas de oro, apoyan esto.
Uno de los descubrimientos más fascinantes es un reloj de bolsillo de oro macizo que se detuvo misteriosamente, congelado en el tiempo, a las 11.05 P.M., 5 minutos después de la hora en que los testigos presenciales dicen que el barco se hundió el 14 de junio de 1838.
«Nos quedamos impactados. Es muy raro ver un artefacto con ese tipo de impresión de un momento histórico cuando se hundió un barco», dijo Max Spiegel de Certified Collectables Group, que se encarga de la preservación de los artefactos de Pulaski, según informa el Charlotte Observer.
«Piensa en cuán frágiles son las manecillas del reloj, pero sobrevivieron en esa posición exacta. Es uno de los hallazgos más emocionantes que hemos manejado, y hemos realizado media docena de naufragios».
Según se informa, el barco solo tardó entre 45 minutos y una hora en bajar. La naturaleza extravagante del Pulaski y el corto tiempo que llevó hundirse trazaron paralelismos obvios con otro famoso barco trágico, y a menudo se lo conoce como el «Titanic de su tiempo».
Los buceadores encontraron el naufragio a 35 metros de profundidad, y 16 kilómetros más lejos de lo que se pensaba inicialmente y donde se creía que se había hundido, como lo sugiere un artículo del Wilmington Advertiser del 18 de junio de 1838. La riqueza de las monedas, más el anclaje del barco y dos objetos que llevan grabado el nombre Pulaski han confirmado la identidad del barco, aunque aún no se ha encontrado la campana del barco, que generalmente se usa para confirmar la identidad de un naufragio.
También se alinea con los testimonios de los sobrevivientes que dicen que el barco se hundió aproximadamente a las 11 P.M. de esa noche, después de que explotó la caldera de estribor del barco.
Hasta el momento, las riquezas encontradas -que incluyen 150 monedas, collares de oro y ollas de plata ornamentadas, así como llaves, dedales y una misteriosa caja que todavía no se ha abierto- se cree que valen cientos de miles de dólares en la actualidad.
Afortunadamente, la continua excavación arrojará más luces sobre lo que sucedió esa fatídica noche hace 180 años.
