En la sala se encontró un fresco que fue repintado hasta en tres ocasiones y en el que se representan personas, vehículos, caballos y camellos.
Un grupo de arqueólogos ha hallado este martes, durante una excavación en la provincia de Liaoning, en el noreste de China, una tumba de la dinastía Liao que estaba rodeada por varias zanjas con piedras rodantes en el interior, informa la agencia de noticias Xinhua.
Las piedras tenían la función de evitar que la estancia se inundara, así como de prevenir saqueos. Los investigadores no han podido determinar la identidad del propietario de la tumba, pero por la forma de la sala y los objetos que alberga se cree que es la tumba de un aristócrata importante.
El particular sistema de drenaje y antirrobo formado por piedras rodantes no es habitual en este tipo de construcciones pertenecientes a la dinastía Liao. La excavación se está llevando a cabo cerca de la localidad de Xinli, en la provincia de Liaoning (al noreste del país), desde junio del año pasado.
Uno de los arqueólogos que forma parte del proyecto, Si Weiwi, explicó que las primeras investigaciones apuntan a que la sala podría haber sido concebida como un panteón familiar. En la sala se encontró un fresco que fue repintado hasta en tres ocasiones en el que se representan personas, vehículos, caballos y camellos.
La dinastía Liao o Imperio kitán gobernó parte del norte de China, sur de Mongolia y el extremo oriental de Rusia entre los años 907 y 1125. Era un pueblo organizado en varias tribus nómadas, con un importante poder militar y que destacaba por sus avances en términos políticos, sociales y artísticos.