Los Hopi esperan el regreso de Pahana, su hermano blanco perdido que volverá vestido de rojo y traerá consigo una sección perdida de una tableta sagrada Hopi. Pahana vendrá del Este y transmitirá a las personas una nueva religión y paz.
Al igual que los mayas esperan el regreso de su dios de barba blanca Kukulkan, que para los aztecas era conocido como Queztalcoatl, los Hopi todavía esperan el regreso de Pahana.
Según la tradición Hopi, su gente emergió del mundo anterior a través de Sipapu, una cueva ubicada diversamente en el Gran Cañón, en un lugar cercano a los ríos Colorado y Little Colorado. Después de su surgimiento, la gente deambulaba en busca de un lugar para vivir. Después de explorar las tierras y aprender sobre el mundo, regresaron al centro del universo, Black Mesa.
Los indios Hopi tienen una rica tradición mitológica que se remonta a siglos atrás y tienen historias sobre sus ancestrales viajes a través de tres mundos hasta el Cuarto Mundo, donde la gente vive hoy.
Maasaw, el hombre esqueleto le dio una tableta sagrada al clan del fuego
La tradición Hopi habla de tabletas sagradas que fueron impartidas a los Hopi por varias deidades. Una preciosa tableta fue dada al Clan del Fuego.
Cuando los Hopi emergieron al Cuarto Mundo (nuestro mundo actual), supieron que Maasaw estaba en la Tierra y lo buscaron. El hombre esqueleto era muy aterrador, pero le dio a Holi el regalo sagrado del conocimiento.
Maasaw, que era un espíritu guardián, proporcionó a los Hopi información sobre cómo y dónde deberían migrar y establecerse. Todo estaba escrito simbólicamente en cuatro tablillas sagradas que se les dieron.
Maasaw le dio una de las tabletas al Clan del Fuego. La tableta era muy pequeña, solo unas cuatro pulgadas cuadradas. Estaba hecho de piedra de color oscuro y con un trozo roto de una esquina. La tablilla sagrada estaba cubierta de símbolos y había una figura de un hombre decapitado.
¿Cómo pueden los Hopi reconocer a su hermano blanco perdido, Pahana?
Maasaw era la deidad del Clan del Fuego que le dio la tableta sagrada a los Hopi justo antes de darse la vuelta y volverse invisible. Quería que los Hopi escucharan el sonido de su voz y recordaran lo que había dicho. Maasaw le dijo a los Hopi:
«Después de que el Clan del Fuego hubiera emigrado a su hogar permanente, llegaría el momento en que serían superados por personas extrañas. Se verían obligados a desarrollar sus tierras y sus vidas de acuerdo con los dictados de un nuevo gobernante, o de lo contrario serían tratados como criminales y castigados.
Pero no debían resistir. Debían esperar a la persona que los entregaría.
Esta persona era su hermano blanco perdido, Pahana, quien regresaría a ellos con la pieza de la esquina que faltaba de la tableta, los libraría de sus perseguidores y elaboraría con ellos una hermandad humana nueva y universal. Pero, Maasaw advirtió que si su líder aceptaba cualquier otra religión, debía aceptar que le corten la cabeza. Esto disiparía el mal y salvaría a su pueblo».
Entonces, la gente del Clan del Fuego no necesita preocuparse de que no reconozcan a Pahana cuando regrese del este, o que sean engañados por un impostor. Los Hopi saben que él llevará el trozo que falta de la tableta sagrada.
Muchos de los Hopi creen que estamos viviendo en el «Fin de los Tiempos», y por lo tanto esperan que Pahana regrese pronto. El hermano blanco perdido debe llegar antes del tiempo de la «Gran Purificación» de la profecía Hopi.
La creencia en el hermano blanco perdido es tan fuerte que los Hopi incluso entierran a sus muertos mirando hacia el este a la espera del Pahana que vendrá de esa dirección.
Fuente: AncientPages.com – Autor: Ellen Lloyd
