Los arqueólogos están adquiriendo una nueva visión de cómo los antiguos chilenos se dedicaban a la caza marina, gracias a las pinturas rupestres descubiertas en el desierto de Atacama. La revista Antiquity publicó un estudio en el que se observan estos dibujos prehistóricos para comprender la importancia de la pesca deportiva para los cazadores recolectores.
Los dibujos de 1,500 años de antigüedad, que se hicieron con óxido de hierro, representan a personas que usan balsas en el mar y matan ballenas con arpones improvisados. Algunas representaciones también presentan la caza de tiburones, leones marinos y pez espada.
«Estos pictogramas rojos comprenden cientos de escenas de caza y retratan una compleja sociedad de cazadores-recolectores marinos», señala el autor del artículo, Benjamín Ballester.
La mayor parte del arte rupestre que se encuentra en esta región se descubrió por primera vez en El Médano, un valle que separa el mar del desierto. Sin embargo, la mayoría del arte referido en el estudio es de un sitio llamado Izcuña, a varias millas de El Médano.
Aquí los arqueólogos han documentado 328 pinturas y si bien muchas de ellas representan animales terrestres, la rareza de los dibujos de la vida marina es lo que los hace más interesantes.
«En general, la caza se representa como una práctica individual especializada y solitaria, dirigida por un grupo selecto de personas», menciona Ballester.
La expresión artística de este cuerpo de conocimiento ancestral y complejo ocurre solo en lugares específicos. Aunque las pictografías son evidentes en algunos refugios rocosos cerca de la costa, ocurren con mayor frecuencia en barrancos a varios kilómetros del océano.
«Los pintores retrataron una actividad marina en un entorno desértico, en un acto consciente de unir el océano al desierto a través del arte rupestre», agrega.
El estudio científico ha sido publicado en la revista Antiquity.