Cuando los arqueólogos descubrieron una cabeza de caballo romana de 2.000 años de antigüedad durante una excavación en una granja en Lahnau, Alemania, en 2009, inmediatamente supieron que era el hallazgo de su vida. Ahora, casi 10 años después, un tribunal ha llegado a la conclusión de que el agricultor que poseía la tierra también merece beneficiarse del descubrimiento.
La antigüedad increíblemente bien conservada había quedado en el fondo de un pozo de 36 pies, cubierta de agua y protegida del aire. Inicialmente, el estado había pagado al agricultor solo € 48.000 (aproximadamente $ 55.946) por la cabeza, que se encontró en su propiedad.
Pero el hombre, cuyo nombre no se ha hecho público, demandó al gobierno después de leer informes de noticias sobre la gravedad y el valor del descubrimiento, que fue proclamado como uno de los bronces romanos mejor conservados en el mundo. El 27 de julio, el tribunal regional de Limburg concluyó que el agricultor tenía derecho a la mitad del valor estimado de 1.6 millones de euros (1.8 millones de dólares) de la antigüedad.
El gobierno local le debe al hombre un total de € 773.000 (casi $ 904.000) más intereses. (La decisión fue informada por primera vez por Courthouse News.) Artnet News se acercó al gobierno del estado para ver si planea apelar la decisión, pero no recibió respuesta en el momento de la publicación.
Los expertos sospechan que el bronce fue dejado atrás después de que una invasión causó que los habitantes de la ciudad huyeran a toda prisa. La gran cabeza de animal adornada con hojas de oro data del años 9 d.C,, pesa alrededor de 55 libras y mide casi 20 pulgadas de ancho. Su presencia en la ciudad alemana es un testamento de la escala del Imperio Romano.
Los expertos inicialmente sospecharon que la cabeza era parte de una estatua más grande de un general romano o un militar. Encontraron sandalias de bronce cerca, confirmando que el caballo originalmente tenía un jinete, así como una estatua de Marte, dios romano de la guerra. Más tarde, los expertos concluyeron que el hallazgo fue aún más significativo de lo que se pensó originalmente. Llegaron a la conclusión de que era una estatua de Augusto, el sucesor de César.
Fuente: artnet.com